Musicalizando

Corazón: Me siento felíz, hagamos algo, ¿no?

Razón: ¿Como qué te late?

C: Pues ahí está la guitarra, ¿qué tal si tratamos de hacer una canción? Yo escribo las palabras y tu tocas, ¿va?

R: Bueno, va...

(Empiezan y Razón saca una tonada que va progresando. Corazón se clava escribiendo.)

C: OK, bueno, me late la tonada.

R: Vientos, ¿tú que tienes?

C: A ver tócale...

(Razón empieza a tocar y Corazón empieza a cantar.)

C: (Cantando) Soy un corazón lleno de tí, en mi palpitar sólo tú...

R: Ahhh, ¿es de amor?

C: Obvio...

R: Ay, no... A mí se me antoja hacer algo más cool...

C: Hmm... A ver, ¿como qué?

R: Ay, ps no se. ¿A poco sólo se te antoja escribir de amor?

C: Pues es lo que más me gusta.

R: No, no manches... Otra cosa.

C: Bueno, deja escribo algo...

(Corazón se pone a escribir, mientras Razón practica la tonada.)

C: Ya está, ¿listo?

R: Venga.

C: (Cantando) Cantando por el mundo... quiero ir. Feliz en esta vida... Quiero ser.

R: (Interrumpiendo otra vez) ¿Superación personal?

C: Ya tu también, pinche razón mamona, que quieres... ¿Una canción de diccionarios, computadoras y lógica? Ay, perdón, perdón... ¿No te hice sentir mal o si?

R: Nah, eso es chamba tuya... Bueno está bien sigamos con tu rola, el jefe está llevando el ritmo, pero igual es por mi tonada.

C: Razón payasa.